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Casa de Enriqueta Arvelo Larriva, Barinitas |
Enriqueta Arvelo Larriva, nace el 22 de marzo de 1886, en Barinitas, un pueblo enclavado donde se enlazan el piedemonte andino y el llano, al norte del estado Barinas, en Venezuela.
Su padre, Don Alfredo Arvelo, hombre de Fundo y de “a caballo”, y su madre, Doña Mercedes Larriva, maestra de escuela, con quien aprendió las primeras letras; conformaban junto a sus cinco hijos, siendo la tercera de cinco hermanos (Alfredo, Mercedes, Lourdes y Aura).
Enriqueta Arvelo Larriva fue huérfana desde muy niña, pues muere su madre cuando la poetisa apenas contaba los cinco años.
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Cárcel Vieja de Ciudad Bolívar. |
Muy a principios de siglo, en 1905 exactamente, Enriqueta y la familia comenzaron a padecer por las desventuras de Alfredo (hermano mayor), quien habiéndose ausentado del hogar, se vio envuelto en un infortunado problema personal y por ello fue preso en Ciudad Bolívar, de donde fue trasladado al Castillo de San Carlos, cerca de Maracaibo, y más tarde a Caracas.
En 1914 se casa su hermana Lourdes; y el nacimiento de su sobrino Luis Alejandro constituyó un acontecimiento de gran importancia para Enriqueta, pues él, su ahijado de bautizo, vendría a ser para ella el hijo que nunca llego a tener, como haciendo realidad el simbolismo etimológico de ¨ahijado¨ y de ¨madrina¨.
En 1921 muere su hermana menor Aura.
En febrero de 1930, la poetisa decide visitar la Capital por vez primera, regresando al Llano poco tiempo después, con un mayor entusiasmo en la poesía.
En 1934, muere su amado hermano Alfredo Arvelo Larriva, el 13 de Mayo en Madrid; y cuando son repatriados sus restos en 1949, la poetisa publica una excelente nota biográfica “Alfredo Arvelo Larriva – Noticias de su Vida y su Obra”.
A partir de 1948, se radica definitivamente en la capital, Caracas, lo que le permitirá estar en permanente relación y vigorizar sus vínculos con reconocidos representantes de la intelectualidad venezolana.
El 10 de diciembre de 1962, muere en Caracas, a la edad de 76 años, como había vivido, en soledad, acompañada solamente de la voz de sus poemas.